Iglesia Vella de Sant Martí

La antigua iglesia parroquial de Sant Martí es un edificio de tradición gótica con elementos renacentistas construido a principios del siglo XVI en un punto equidistante de las principales masías de Cerdanyola y cerca del castillo de Sant Marçal. Durante el siglo XVIII fue reformada siguiendo el estilo barroco, especialmente presente en la decoración interior.

En 1936, durante la guerra civil española, el interior de la iglesia se quemó y fueron enterradas más de un centenar de personas sospechosas de ser afines a los golpistas y un pequeño grupo de anarquistas en el contexto de las Jornadas de Mayo de 1937.

En el año 2003 se iniciaron los trabajos de restauración partiendo del estudio documental y arquitectónico del edificio y de la documentación gráfica recuperada. Aunque los trabajos todavía están en curso, la iglesia se abre al público regularmente y en ella se puede ver una pequeña exposición sobre su historia. Además, en la iglesia también se organizan actividades culturales.

Destacan dos elementos vinculados al edificio: el conjunto de cerámica de los siglos XV-XVI que rellena la vuelta del coro y los monumentos funerarios modernistas y novecentistas del cementerio, entre los que destaca La Piedad, obra de Josep Viladomat, que ha sido reubicada en el interior del templo.