El Museo de Historia de Cerdanyola parte de la idea de que el Museo es el territorio mismo y que la historia se explica mejor allí donde tuvo lugar.
Se trata de un proyecto museográfico abierto formado por algunos elementos patrimoniales singulares de Cerdanyola. Hasta 2010 Ca n'Ortadó fue su sede principal y, a partir de la exposición permanente Viure a Cerdanyola.
Segueix el fil de la seva història («Vivir en Cerdanyola. Sigue el hilo de su historia»), se fueron museizando los diferentes espacios históricos repartidos por el territorio que se iban incorporando al Museo. En 1999 se abrió al público el Poblado Ibérico de Ca n'Oliver y la iglesia románica de Sant Iscle i Santa Victòria de les Feixes. En el año 2000 se museizan la masía de Ca n'Altimira y la iglesia parroquial de Sant Martí y en el 2002 la Casa Consistorial. En 2003 comenzaron los trabajos de restauración de la iglesia Vella de Sant Martí y en 2005 los de la ermita de Santa Maria de les Feixes y se estableció un régimen de visitas puntual que permitía continuar los trabajos.